Soñar con un cuento recordando que alguien un día al niño que fuimos(o que somos)también le dormía con cuentos. Para desear buenas noches y feliz descanso. Un cuento era vivir en ese mundo de sueños distinto del mundo real pero más maravilloso. Soñamos juntos esta noche con este cuento(y si alguien quiere, que cierre los ojos).
Es una historia del Viejo Antonio y que canta Silvio. Erase una vez... Así empiezan todos los cuentos. Era una noche de caza. Salimos a ver si pillábamos algo. La lluvia se nos echó encima. Corrimos hacia la cabaña para podernos cobijar. Cuando escampó, la noche dejó ver un puñado de estrellas. El Viejo Antonio, señalando hacia lo alto, dijo: "Mira". Yo recordé aquel proverbio que dice "cuando el sabio señala la luna, el tonto se queda mirando el dedo". El me sorprendió saliendo por otra cosa, por los cerros de Úbeda, como si dijéramos. Tonto sería, dijo él, si se pusiera a señalar el sol, porque no tendría solución inteligente: si mira al sol, se queda ciego; si mira al dedo sigue el camino que le marca otro. Yo pensé que había llegado el momento de poner toda mi atención porque podía aprender algo definitivo. Dije: Entonces, ¿qué hacer?. Dijo: el camino lo vamos a encontrar cuando sepamos hablar y escuchar, hablar y escuchar a los que están cerca y hablar y escuchar a los que están lejos. Añadió: la vida es un continuo sube y baja de la mirada. Cuando se sueña hay que mirar hacia arriba, cuando se trabaja hay que mirar a la tierra.
Hasta aquí la historia. Momento de compaginar sueños y trabajos. Momento de estar en sintonía unos con otros. La fiesta es una buena ocasión para ello. Es el momento de hablar y escuchar. Hablar y escuchar a los que están cerca y hablar y escuchar a los que están lejos. escuchar a los que se quedaron; hablar y escuchar a los que marchándose siguen regresando por las fiestas.
Hablar y escuchar. Prestar atención a todos. Siempre hemos querido encontrar ese tesoro de saber dialogar. La conversación no consiste en formular peticiones o suplicas, ni en ladrarse órdenes o amenazas, ni siquiera en susurrar halagos o promesas de amor.
Saber conversar, y vamos a tener muchas oportunidades para ello, es un arte hecho de inteligencia, de humor, de buenos argumentos, de anécdotas o historia apropiadas, de atención a lo que dice el otro. Ojalá estos días de las fiestas nos sirvan a todos para saber conversar. Conversar no es solo ser versado en algo, saber muchas cosas, tener mucho rollo. Es verterse, inclinarse, hacia los demás. Me gustaría que fuera un sueño que se hiciera realidad.
Otro sueño: el saber aprovechar las cosas pequeñas. Decía el poeta: "en el rocío de las cosas pequeñas, el corazón encuentra su alborada y se refresca". Refrescarnos juntos estos días en la alegría de la fiesta, de la amistad, de las cosas sencillas, el arrimar el hombro. Las fiestas, o las hacemos entre todos o no serán.
Amigos de Otones y los que por aquí os acercáis. Buena fiesta, buenas conversaciones, buenos sueños, que todo salga bien. ¡FELICES FIESTAS PARA TODOS!. Y a San Benito pedimos por ser nuestro patrón nos guÃe en estos días y nos dé su bendición.
Y ahora decid conmigo: ¡VIVA SAN BENITO! ¡VIVA OTONES!