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  1. PREGÓN DE LA ASOCIACION JUVENIL OTONES DE BENJUMEA

Queridos Vecinos y Amigos de Otones de Benjumea:

Como todos los años por estas fechas, alguien tenía que dar el pregón. Al parecer Sara Carbonero no ha sido avisada a tiempo para esta tarea, así que este año nos ha tocado a nosotros: la asociación juvenil, aunque de juvenil cada vez tenemos menos.

Cuando aceptamos dar el pregón lo vimos fácil, se escriben un par de caras y ya está, pero luego pensamos ¿de qué hablamos nosotros? El pregón siempre lo ha dado gente con más edad y experiencia. Todos los años se han recordado muchas historias y anécdotas que ya habían salido a la luz en años anteriores !!!¿Qué queréis que os contemos?!!!

 

Nosotros somos una generación que no hemos vivido aquí, hemos venido los fines de semana, los veranos, los puentes, la semana santa y sólo con eso llevamos el pueblo muy dentro y no queremos perderlo. Todavía hoy queda alguna señora de esas que te decían: ¡Hola majo!, ¿y tú de quien eres?, ¿y cuando habéis venido?, y la pregunta final ¿y cuando os vais?,  Y nosotros pensábamos: pero señora si acabamos de llegar ¿cómo nos vamos a ir ya?

 

Nosotros no hemos ido a lavar al río, a segar, a las fiestas de los pueblos en burro, no recordamos el pueblo con las calles de tierra, ni una bombillita de 25 vatios en alguna esquina. Nosotros os podemos hablar de recuerdos más recientes, pero no por eso dejan de ser cambios que ha experimentado el pueblo. Por ejemplo, aunque ya se  contó en su día, vimos en el 92 la llegada del teléfono, que hasta entonces sólo existía en el bar de Santos y Cata, a nosotros como generación del teléfono móvil esto nos impacta mucho.

Hemos visto en el Verano del 94 construir la carretera hasta Torreiglesias y mas adelante los arreglos de las escuelas, que antes de ser museo sirvieron muchos años para que nos colásemos y rompiésemos algún cristal que otro de los pocos que quedaban, pues estuvieron abandonadas muchos años.

Hemos visto más recientemente arreglar la Casa del Marqués, la Panera y este año los charcos, el nuevo consultorio y lo peor para nosotros, la demolición de la que fue nuestra peña en la plaza del caño durante 11 veranos y 11 inviernos. La primera vez que entramos allí era una cuadra, pero con trabajo y esfuerzo pusimos luz, pintamos, pusimos una puerta, solamos y lo dejamos de maravilla hasta que en el año 2005 la cubierta no aguantaba más y pensamos hacer una obra de verdad para arreglar esa vieja casa. Lamentablemente el ayuntamiento no quiso apoyarnos y tuvimos que abandonar el proyecto que resultaba inviable sin ayuda pública. Después de esta decepción pensamos en crear un grupo de amigos que acabó siendo asociación juvenil, para comprar un local mas pequeño, mas sencillo y que fuese nuestro, para que no volviésemos a tener  problemas con la administración, y así compramos nuestro pajar. Ya llevábamos un par de años pagando cuotas y teníamos unos ahorrillos, pero aún así hubo que endeudarse. Esto no nos quito de trabajar para  rehabilitarlo, y allí estamos hoy, aunque no todo ha sido coser y cantar, tuvimos y tenemos nuestros problemas, nuestras discusiones. Somos casi 20 personas y muchas veces no es fácil ponerse de acuerdo, pero poquito a poco entre todos vamos saliendo adelante.

De todas formas, la primera peña que tuvimos o mejor dicho que ocupamos, fue aquí, donde estamos ahora mismo. Los más pequeños no lo recordarán pero nosotros aquí pasamos las primeras fiestas colándonos en la peña de los mayores, la peña de las Cañas, en la que se enramaba de chopo, se encalaban todos los años las paredes y se hacía limonada en las cantareras de la leche. Esta mezcla de olores daba un aroma exquisito que impregnaba todo el lugar, ¡olía a fiesta! . Esta fue la primera peña que se demolió por lo peligrosa que estaba para dejar este espacio que hoy disfrutamos en los eventos del pueblo; Fiestas, matanza, comidas populares, bailes etc.

Otro recuerdo mas reciente que tenemos también, es que al estar aquí la peña de las Cañas la fiesta se hacía en la plaza, para lo que había que montar “el tablao”. Lo pasábamos bien yendo en un remolque a Torreiglesias a por él, buscar donde lo habían guardado, cargarlo y montarlo en la plaza con los correspondientes pillones de dedos y los correspondientes ¡cálzalo allí chico que parece que no asienta! y ¡quita que no sabéis ponerlo! .Varios años nos toco montarlo. La verdad que hoy estamos mejor aquí en este espacio y además nos ahorramos la logística y el montaje. Además  si hoy te para la guardia civil con 20 chicos en el remolque y un conductor que mira mas las tierras que la carretera, no se yo que pasaría, no estará ni recogida esa multa en el nuevo código.

 La verdad es que en nuestro grupo siempre hemos estado maquinando. Ya desde pequeños apuntábamos maneras, pues hubo dos grandes proyectos inconclusos que os vamos a contar. Uno fue hacer una cabaña subterránea en las cuestas, el cual todavía hoy se puede ver, ya que se quedó en un impacto de 15m2 excavados casi medio metro de profundidad prácticamente con las manos. El otro proyecto fue hacer una piscina en la fresneda pero también quedó en nada, realmente comprobamos que es muy difícil contener el agua con unas puertas de contrachapado, imagino que por eso en las presas se vierten grandes cantidades de hormigón, que es lo que nos faltó a nosotros.

Os  podemos decir que nosotros aquí aprendimos a montar en bici, a hacer merendolas en la fresneda, en el montecillo, ir a Peñarrubias, al depósito, y como adolescentes a ir a la piscina a Turégano  o Escalona también en bicicleta. Por las noches jugábamos al bote, a tres marinos a la mar y en las fiestas hacíamos teatro en la Panera que entonces era patio de comedias, recuerdo que tenía unos telones roídos multicolor cada uno de su padre y de su madre y un olor a polvo y a cerrado que daba al salón un ambiente mas de la posguerra que de los años 80. Jugábamos al frontón en la pared de la Iglesia, y al fútbol en la era haciendo las porterías con dos  piedras. En la plaza  hicimos la primera pista de tenis y bolley-ball  que tuvo el pueblo, un sistema perfeccionado durante años con tres ingeniosas cuerdas de empacar que subía o bajaba para adaptarse a la pista necesaria, e incluso tirando de otra cuerda se caía al suelo cuando tenía que pasar  algún coche, cabe decir también que las líneas de la pista se pintaban en el suelo según la normativa existente de la federación de tenistas de Otones de benjumea, con algún bote de pintura blanca que sacábamos de algún sobrao y que algún abuelo nuestro echó en falta en su día.

En nuestras noches de Verano adolescentes subíamos al deposito a ver las estrellas, cosa que en la ciudad no se puede hacer por la contaminación, de ahí que algunos digan que Otones tiene un cielo estrellado de los mas bonitos que han visto.

Hoy desde aquí animamos a los jóvenes que nos siguen a que intenten hacer lo mismo que nosotros hemos conseguido con nuestro local, que Otones siga avanzando aunque sea despacio pero que no se pare, que haya mas peñas, asociaciones, grupos o lo que queráis hacer,  que sigáis viniendo a plantar y cuidar árboles para que el pueblo se vuelva verde y mejore el paisaje, ya que no tenemos un paisaje de gran valor natural pero esta claro que con la unión y esfuerzo que siempre nos ha caracterizado en el pueblo podemos transformarlo e irlo cambiando a mejor.
Igual que se ha hecho con los edificios que heredamos de los colonos, ahora nos toca mejorar el entorno, hacer paseos arbolados y vías verdes.
Siempre es buen momento para hacer nuevas viviendas o arreglar alguna casa vieja, intentar poner en marcha alguna empresa o negocio que traiga trabajo y prosperidad etc.

Finalmente como en todo buen pregón no puede faltar, agradecer la labor de las comisiones y gente que hacéis posible las fiestas y eventos que tenemos todo el año y a todos los que colaboráis de una manera u otra.

¡QUE PASEIS UNAS FELICES FIESTAS!
¡VIVA SAN BENITO!  
¡VIVA OTONES!